La historia de Smiley es conmovedora; nació sin ojos y vivió abandonado en una fábrica hasta que su dueña, Joanne, lo adoptó.
Por mucho tiempo la cuenca de sus ojos le causaron infecciones y mucho dolor, así que Smiley fue sometido a una cirugía para cerrarle los párpados y se sintiera mejor. Ahora, a la edad de 10 años, Smiley es un perro de terapia certificado. Aporta comodidad a niños y adultos que tienen discapacidades mentales y físicas graves.
Por mucho tiempo la cuenca de sus ojos le causaron infecciones y mucho dolor, así que Smiley fue sometido a una cirugía para cerrarle los párpados y se sintiera mejor. Ahora, a la edad de 10 años, Smiley es un perro de terapia certificado. Aporta comodidad a niños y adultos que tienen discapacidades mentales y físicas graves.

Es un perro milagroso, dicen que el hecho de verlo o sentirlo cerca, cambia el comportamiento de los pacientes de forma asombrosa. Smiley no deja que su pasado o su condición le pese y todo el tiempo sonríe", afirma su dueña.
Como un perro de terapia, según testimonios, pacientes que nunca habían sonreído ahora lo hacen cada que llega el Golden a visitarlos. "Un día, Smiley puso sus pies frente a un hombre que era incapaz de comunicarse o moverse, sin embargo el hombre comenzó a sonreír y a hacer ruido", dijo George. "Todas las enfermeras se apresuraron a entrar a la habitación y dijeron que nunca antes lo habían visto sonreír"

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